Dos poemas de mi tío Otilio Mercedes Sandoval
A Knut Hamsun Barco de quilla rota y velas horadadas, Reloj que ya no sirve para medir el Tiempo, Estrella rutilante que de pronto se apaga Gran elocuencia humana que devoró el Silencio. Coletazo postrero de escualo en agonía, Detención de la péndula en su trabajo eterno; Diste vida a tu Noche, asesinando el Día, Amontonando errores más allá del lamento. Creo que descendiste de lo Inmenso de la Nada, Del Pedestal del Hambre a una sima de infierno, De lo dulce del Genio a la vena fanática, Del tormento del Hambre al hambre de tormento. Ese eres tú ¿Herr? Pederson, de los fiordos noruegos, La Gente te perdona blasfemando tu nombre; Fugitivo del Mundo, exégeta del Miedo, Yo también te perdono con un reproche en verso, Que canta tu neurosis bochornosa y extraña Y exalte una grandeza que tú… ¡quisiste enana! Ene, 1979.- La Patria No identifico la Patria con la tierra Porque no existe tal identidad: La Patria –claro está- e