Espiritualidad protestante-evangélica, hoy
Espiritualidad protestante-evangélica, hoy
Por Ángel Isaías Gálvez
Es bastante difícil determinar la condición de la
espiritualidad protestante-evangélica al día de hoy sin contar con un estudio
investigativo pormenorizado. Sabiendo que el cristianismo protestante y evangélico
es tan expansivo y diverso, y que los énfasis en la vida devocional, doctrinal
y litúrgica son heterogéneos, la tarea de determinar la espiritualidad
protestante se torna compleja. Hay que reconocer que la realidad de la
espiritualidad protestante-evangélica de hoy está condicionada a los contextos
culturales donde esta se desarrolla como también a la denominación de la cual
ella es heredera. A pesar de que creemos que estos factores son determinantes
para ser más precisos en la radiografía de la espiritualidad protestante
contemporánea, sí podemos señalar, desde nuestra propia experiencia
latinoamericana, algunas características comunes y fundamentales de la espiritualidad
protestante evangélica de hoy.
La espiritualidad protestante evangélica en nuestros
días es en gran parte carismática y pentecostal. Esta se distingue por el fervor, la persona del Espíritu
Santo, el énfasis en el uso de los dones espirituales, sobre todo aquellos que,
según los cesacionistas, no tienen vigencia, dígase el don de lenguas, el de
sanidad y el de profecía. La oración y
la vida santa son elementos claves dentro del carismatismo pentecostal. En este
tipo de espiritualidad las emociones y las experiencias tienen mucho peso. De
ahí que sea notorio el anti intelectualismo en algunos grupos evangélicos,
sobre todo, de corte pentecostal o neo pentecostal. También es cierto lo
contrario. La espiritualidad protestante en algunos grupos es más intelectual
que emocional. Grupos como los reformados y calvinistas tienden a menospreciar
la importancia de la experiencia emocional en la relación con Dios y a darle más
importancia al estudio de la Palabra como ejercicio intelectual. Obviamente,
esto está cambiando mucho en nuestros días sobre todo en las iglesias calvinistas
no denominacionales y las neo calvinistas, que han entendido lo que dice José
M. Martínez que “…la fe y los sentimientos no pueden desvincularse”.[1]
La espiritualidad protestante evangélica de hoy es de
carácter antropocéntrico más que teocéntrico. Esto se puede ver sobre todo en
el tipo de predicación que los creyentes consumen o prefieren consumir en las
celebraciones de los cultos o por medio del internet. Es un tipo de enseñanza
que apunta más a las necesidades del hombre, sus problemas y conflictos que a
la exaltación de Cristo. Las charlas motivacionales y los libros de autoayuda
es lo que predomina en algunos círculos evangélicos hoy. Como señala Alfonso
Ropero en su libro La vida del cristiano
centrada en Cristo “En la actualidad no abundan los libros sobre vida
cristiana, parece que son más interesantes, o más urgentes, lo que tienen que
ver con motivación y autoayuda”[2].
Este tipo de predicación antropocéntrica es muy común en las iglesias donde se
predica un evangelio de la prosperidad, dando como resultado que muchos
creyentes sean objeto de estafa, manipulación y engaño. El Dr. Miguel Núñez
expresa lo siguiente: “Resulta muy triste ver como muchos ofrecen el evangelio
a precio de ganga, prometiendo el favor de Dios a cambio de diezmos y ofrendas
que terminan en los bolsillos de unos pocos, mientras descuidan la congregación
y la causa de Cristo”.[3]
Un aspecto importante de la espiritualidad protestante
evangélica de hoy es entender la salvación como una relación personal con Jesús. Esta relación comienza con la conversión
personal e individual y va avanzando por medio de la obediencia a la Palabra de
Dios. Esta experiencia de salvación es motivo de múltiples testimonios de
aquellos que han sido salvos como estímulo para otros de que sí hay poder en
Cristo para salvar, sanar y mejorar nuestras vidas.
La espiritualidad protestante evangélica está
caracterizada, en cierta medida, por el amor y el estudio de la Palabra de
Dios. Esto se evidencia en el énfasis que se hace en la lectura bíblica diaria
de la Palabra de Dios en el devocional. Sin embargo, esa lectura diaria es,
muchas veces, rutinaria y poco reflexiva, dando como resultado la carencia de
una mentalidad bíblica. Con esto queremos decir que muchos creyentes conocen
las Escrituras y hasta pueden citar textos bíblicos de memoria, pero a la hora
de analizar alguna ideas o creencias con apariencia de verdad, no pueden identificar
la falsedad o el error subyacentes en ellas. Esto así por el analfabetismo
bíblico y la carencia de una cosmovisión bíblica integral
Creo que un factor distintivo de la espiritualidad
protestante evangélica de hoy es su esfuerzo de alcanzar a los perdidos.
Abundan mucho las campañas evangelísticas y las reuniones de grupos pequeños
como medio para la predicación del evangelio y el llamado a la conversión. A
eso se agrega el movimiento de plantación de iglesias que en otrora se llamaba estudios bíblicos hogareños.
La espiritualidad protestante evangélica gusta mucha
de la participación de actividades de carácter espiritual y social. Los
creyentes participan activamente en cursos, conferencias, conciertos y talleres
cristianos. Los evangélicos son muy afectuosos, practican el amor fraternal
cuando están reunidos. Sin embargo, la vida laboral, así como el individualismo
de las sociedades contemporáneas, no permite, en muchos casos, las expresiones
de ese amor fuera del contexto eclesial.
En conclusión, reafirmamos que es difícil verificar la
espiritualidad protestante evangélica de hoy. Las características o rasgos
expuestos anteriormente quizás no son aplicables a todas los creyentes de las
diferentes iglesias, pero constituyen un elemento común de la espiritualidad
protestante evangélica a nivel mundial, y de manera muy particular, a
Latinoamérica.
[1] MARTÍNEZ, JOSÉ M. Introducción a
la Espiritualidad Cristiana. Barcelona: Editorial CLIE, 1997, p. 77.
[2] Berzosa, Alfonso R. La vida del cristiano centrada en Cristo.
Barcelona: Editorial CLIE, 2016, p. 12.
[3] Núñez, Miguel. Vivir con integridad y sabiduría.
Estados Unidos: B&H Español, 2006, p. 12.
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