Historia de la Tradición Sinóptica de Rudolf Bultmann- RESEÑA


Por Ángel Isaías Gálvez


El libro Historia de la Tradición Sinóptica de Rudolf Bultmann es una obra que aborda las fuentes sinópticas y la figura de Jesús desde une perspectiva teológica que no era convencional en su tiempo. Esta obra ya es un clásico dentro de la literatura protestante, distinguiéndose por ser un trabajo académico y científico, cuyo enfoque radica en un análisis minucioso del origen de los libros sinópticos, sus formas literarias, su autenticidad y su medio vital o Sitz im Leben. Esto último, indispensable para poder interpretar la Biblia y poderla entender en su ambiente o contexto original. El lector podrá apreciar en esta obra que el autor asume que tanto el AT como el NT son el resultado de historias preliterarias, es decir, unidades literarias de carácter oral anteriores al texto escrito. Es precisamente por esta metodología de abordar el estudio de los sinópticos que todo estudiante de teología debe leer este libro de Rudolf Bultmann y así entender una parte importante de los métodos hermenéuticos dentro de la historia hermenéutica y teológica.


Esta obra contiene una introducción realizada por el erudito Xavier Pikaza, donde pondera el pensamiento filosófico, científico, teológico e histórico de Bultmann. Contiene, además, un epílogo llevado a cabo por el también erudito Gerd Theissen, donde presenta cinco hipótesis fundamentales de la historia clásica de las formas. El libro, en su desarrollo, consta de tres grandes partes. En la primera parte, Rudolf Bultmann analiza la tradición de las palabras de Jesús a través de dos expresiones, los apotegmas y las palabras del Señor. El autor define los apotegmas como fragmentos de las palabras de Jesús dentro de la tradición histórica de las palabras de Jesús, cuyas expresiones literarias más evidentes fueron los litigios y los diálogos didácticos, de los cuales muchos de ellos fueron imaginarios. Las palabras del Señor, por otro lado, las clasifica como logias sapienciales, palabras apocalípticas y leyes de la comunidad, cuyas formas fundamentales encuentran su origen en la sabiduría tradicional judía, siendo recogidas por la tradición cristiana y puesta en los labios de Jesús. Otros materiales, cuya procedencia no es judía, fueron creaciones de la comunidad cristiana.  El autor dedica la segunda parte de libro a la tradición del material narrativo. En esta parte, Bultmann dedica su esfuerzo a analizar la historia de milagros, la narración histórica y leyenda y la técnica de la narración. Bultmann entiende que los milagros no tienen como objetivo presentar el carácter de Jesús, sino más bien demostrar su autoridad mesiánica y su poder divino. Algunos milagros en su composición fueron elaborados por la comunidad, tomando como motivos los relatos populares o literarios ya existentes. El autor considera como leyendas algunos fragmentos de la narración histórica de los milagros de Jesús, por ser este contemplado desde el punto de vista de la fe, del culto y del mito. Las técnicas de narración de los apotegmas, símiles e historias de milagros, se caracterizan por la concisión del relato, el predominio de un solo tema, la ley de dualidad escénica y la ley de repetición. Ya en la tercera parte de esta obra, Bultmann centra su atención en la redacción del material tradicional, donde expone acerca de las motivaciones redaccionales de los sinópticos fruto de la recopilación del material. El autor aborda esta parte del libro desde la teoría de las dos fuentes, es decir, que tanto Mateo como Lucas, tienen como fuente de su material el evangelio de Marcos y Q.  En Marcos la labor de redacción se basa en motivos literarios y dogmáticos, resaltándose en este el elemento mítico. El evangelio de Mateo acrecentó el material de Marcos recurriendo a Q y otros materiales. Lucas hace lo mismo que Mateo, pero sigue el método de Marcos, poniendo gran interés en ofrecer una exposición continuada y bien enlazada históricamente. En la conclusión del libro, Bultmann puntualiza que la comunidad no creó nuevos géneros literarios, sino que recogió formas de la tradición que se habían creado en el judaísmo y las puso por escrito; entiende que el Cristo que es proclamado, no es el Jesús histórico, sino es Cristo de la fe y del culto. Es esta relación con el mito y el culto lo que evidencia que a los evangelios les falta el interés histórico-científico.


Las ideas principales o conceptos claves que Rudolf Bultmann ha desarrollado en esta obra son muchos, pero podemos destacar siete de estos. Están los conceptos propios que dan título al libro: historia, tradición, sinóptica. El autor se refiere a estos conceptos señalando que su estudio está enfocado en un análisis histórico de las tradiciones, orales y escritas, que dan origen a los evangelios sinópticos, dígase, Mateo, Marcos y Lucas. Otros conceptos claves son comunidad, Sitz in Lebem, mito o leyenda y forma. Estos conceptos son fundamentales porque apuntan al método de estudio que el autor ha empleado para el análisis de lo sinópticos. Bultmann plantea que la figura de Jesús es interpretada y presentada en los sinópticos por dos comunidades, la comunidad palestinense y la comunidad helenística. La primea presenta a Jesús como un profeta y maestro de moral, mientras que la segunda asume a Jesús como el Kyrios, el Hijo de Dios. De ahí que el autor entienda que es la comunidad la que, en el proceso de transmisión o redacción del material de lo sinópticos, ha modificado o añadido acciones o enseñanzas imaginarias a la figura de Jesús. Un concepto importante dentro de la metodología del autor es el Sitz im Lebem o medio vital. Es a través de esta situación vital que se reconstruye la prehistoria oral de la tradición acerca de Jesús. Relacionado con el medio vital está el concepto de forma, es decir, las diferentes unidades textuales o literarias por medio de las cuales se conservaron las enseñanzas de Jesús. Finalmente, un concepto muy importante es el concepto de leyenda. Bultmann define este término como los fragmentos de la tradición que no son en esencia historia de milagros, sino que son historias de carácter religioso y edificante y que, por lo tanto, no poseen carácter histórico. El autor entiende que la comunidad cristiana adornó la figura de Jesús con hechos milagrosos motivados por motivos cultuales y religiosos.

 

Este libro, Historia de la Tradición Sinóptica de Rudolf Bultmann, es una de las grandes obras dentro de la teología evangélica. La metodología utilizada por el autor, la Historia de las Formas, es uno de los métodos clásicos que implica el estudio hermenéutico del texto desde la historia y la ciencia. Debe destacarse que el autor estudió los evangelios sinópticos con el fin de entender con más claridad la figura de Jesús desde el contexto social, político y cultural en el cual este vivió y se desarrolló. La clasificación de las formas orales y escritas, su análisis y composición, y su relación con su medio vital, es uno de los grandes aportes que el autor ha hecho a la hermenéutica. Es igual de valioso el aporte de Bultmann con relación al estilo narrativo, sobre todo con relación a los símiles. Sus aportes ayudan mucho a una mejor compresión del relato como texto literario.


Es imposible leer una obra de tal envergadura sin ser desafiado por ella. Esta obra desafía al lector a valorar la idea de lo importante que es hacer un estudio más pormenorizado del texto sinóptico, atendiendo a las peculiaridades de las formas como texto literario. Igualmente, la obra nos invita a tomar en cuenta las condiciones sociales, históricas, económicas y culturales en la cual vio a luz el texto. Creo que es importante tomar en cuenta eso, porque así se puede llevar a cabo una exégesis más fiel, bíblica y provechosa.

 

Uno de los elementos positivos de este libro es el rigor investigativo, científico e histórico con el cual el autor aborda el análisis sinóptico. Igualmente, la clasificación de las formas es un valor importante, ya que esto ayuda a encuadrar las historias y enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento. Sin lugar a dudas, la introducción hecha por Pikaza a esta obra, agrega mucho valor a la versión castellana, ya que nos familiariza con las ideas y el pensamiento del autor, resaltando, además, sus aportaciones fundamentales como son la desmitologización y el sentido de la historia. Es igual de importante el epílogo de Gerd Theissen sobre las Cinco hipótesis fundamentales de la historia clásica de las formas, porque pone en contexto las conclusiones de Bultmann en el panorama teológico actual. Muchas de estas conclusiones han sido superadas, ya que se le ha dado más importancia a la sincronía a la hora de abordar el texto bíblico.

 

Es indudable que los aportes de Bultmann han sido muy valiosos a la teología y a la hermenéutica, sin embargo, mucho del contenido de Historia de la Tradición Sinóptica, es abordado por el propio autor desde el escepticismo y la conjetura. En toda la obra se ve como el autor no asegura la certeza de los datos que ofrece o de las conclusiones a las que llega. Igual, presupone la existencia de un material Q como fuente de Mateo y Lucas, lo cual le resta a su trabajo. Estoy de acuerdo con la afirmación de Bultmann al señalar que la figura de Jesús no se proyecta desde la historia, sino desde la fe, pero esto no es el resultado de la intención de la comunidad cristiana, sino del propósito mismo de Cristo como revelador de Dios. 

 

La lectura de esta obra es necesaria para entender el pensamiento de Bultmann. Se ha dicho mucho de este autor sin conocerle de primera mano, y esto ha llevado, quizás, a ser injustos a la hora de emitir juicios sobre este gran teólogo. Esta obra ayudará a todo estudiante de teología a estudiar los sinópticos de manera diferente, ya que prestará más atención a los detalles en el estudio del texto bíblico, de la misma manera que lo hace el autor. Esta es una de las grandes obras de la literatura cristiana universal y debe ser ponderada por todo estudioso de las Escrituras.


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